Vos S.O.S. CATATUMBO
El Grito de una Región que No Quiere Morir en la Guerra
El pasado 24 de enero de 2025, las calles de Ocaña, en Norte de Santander, se convirtieron en el escenario de una marcha cargada de simbolismo y desesperación. Bajo el lema “Vos S.O.S. Catatumbo”, cientos de personas se movilizaron en un clamor colectivo por la paz en una de las regiones más golpeadas por la violencia en Colombia. La manifestación, organizada por diversos sectores sociales y sindicales, reflejó la angustia de una población que se rehúsa a seguir siendo víctima del conflicto armado.
Entre la Esperanza y el Olvido
Vestidos de blanco y portando una inmensa bandera tricolor, los manifestantes recorrieron el trayecto desde el barrio La Gloria hasta la Plaza 29 de Mayo, uniendo sus voces en rechazo a la guerra. Sus pancartas lo decían todo: “Que la guerra no me sea indiferente”, “Nuestros campos deben florecer, no sangrar”, consignas que evidencian la frustración de una comunidad que ha visto pasar gobiernos, acuerdos de paz incumplidos y promesas vacías mientras la violencia sigue cobrándose vidas.

El Catatumbo no es solo una zona de conflicto; es el epicentro de una lucha histórica por la supervivencia. Narcotráfico, cultivos ilícitos, grupos armados y el abandono estatal han convertido a esta región en un tablero donde las estrategias de poder se juegan sobre el sufrimiento de su gente. Mientras las balas siguen silenciando voces, el Estado mantiene su política de reacción tardía, dejando a sus habitantes atrapados entre el miedo y la resistencia.

La Juventud, la Última Línea de Defensa
Uno de los aspectos más impactantes de la marcha fue la participación activa de los jóvenes, quienes alzaron carteles con frases como “La fuerza de la juventud es la semilla de la paz en el Catatumbo”. Esta generación, que ha crecido entre el eco de los fusiles, se niega a heredar un futuro de muerte y desplazamiento. Sin embargo, sin garantías reales de educación, empleo y seguridad, su esperanza es tan frágil como la paz en la región.

Un Clamor Que No Puede Ser Ignorado
“Vos S.O.S. Catatumbo” no fue solo una marcha; fue una advertencia. La pregunta es si el gobierno tomará nota o si, como tantas veces, la indignación quedará archivada en los informes oficiales mientras la vida en el Catatumbo sigue valiendo menos que una bala. Esta manifestación demostró que la gente sigue en pie, pero su resistencia no puede ser eterna si no recibe apoyo real.

El tiempo se agota y la historia es clara: cuando una región clama por auxilio y no es escuchada, la tragedia es inevitable. La paz en el Catatumbo no puede seguir siendo una utopía escrita en acuerdos que nadie cumple. Si el país realmente quiere cerrar el ciclo de la guerra, debe empezar por aquí.
